El Minfin, según parece, se subió al carro de este optimismo exacerbado y sobreestimó la meta de recaudación tributaria proyectada para 2019.
18 de septiembre de 2018
Escrito por Hugo Maul R.
Como es costumbre, nuevamente el Ministerio de Finanzas Públicas traslada a la SAT el costo del ajuste fiscal; imposibilitada de contener los gastos al mínimo necesario que dictaría la prudencia macroeconómica durante un año electoral, la cartera de hacienda pública prefiere trasladar la carga a la SAT y proyectar una meta de ingresos tributarios muy pero muy difícil de alcanzar en la situación que actualmente vive el país. Los propios datos de la SAT dan cuenta del grave problema económico que azota al país; durante los primeros seis meses de este año la recaudación apenas creció 2.8 por ciento respecto del mismo período del año anterior. Un comportamiento consistente con la, revisada hacia la baja ya, proyección de crecimiento económico por parte del banco central. Como se ha hecho costumbre también, el Banco de Guatemala se vio obligado a rebajar prematuramente la meta de crecimiento económico de un 3.4 por ciento a 3 por ciento para 2018. Valor que, de continuar el país sumido en la problemática económica y política actual, tendría que ser revisado nuevamente hacia abajo a finales de año.
Sorprendentemente, de manera casi escandalosa, a pesar de que saben bien que durante un año electoral lo más probable es que la situación política y económica se torne más complicada, la Junta Monetaria decidió el pasado mes de julio mantener la proyección de crecimiento económico entre 3.1 por ciento y 4.1 por ciento para 2019. Estimaciones extremadamente optimistas que, al igual como le ha sucedido al banco central desde 2016, seguramente se verán obligados a revisar hacia abajo el próximo año; el Minfin, según parece, se subió al carro de este optimismo exacerbado y sobreestimó la meta de recaudación tributaria proyectada para 2019. Según los datos consignados en los Cuadros Globales del proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos de la Nación para el año 2019, se estima que los ingresos tributarios alcancen Q65 millardos durante 2019. Una cifra que, aunque se dice fácil, representa un incremento de Q7.2 millardos y un crecimiento anual de 13.5 por ciento respecto de la meta establecida para 2018.
Si bien la SAT reportó a mediados de 2018 haber superado en 1.6 por ciento la meta de recaudación, cabe aclarar que esta meta era esencialmente la misma de 2017. Es decir, no se esperaba que la SAT hiciera ningún “acto de magia” durante 2018 para alcanzar alguna extravagante meta de recaudación. Situación que no es la misma para 2019, año en el cual se le pide a la SAT que multiplique por cuatro o cinco veces la tasa de crecimiento de la recaudación que viene experimentando durante 2018. Con suerte, Guatemala crecería tres por ciento durante 2018; valor que seguramente sería un éxito si se pudiera replicar durante 2019. Bien haría el Congreso en no dejarse sorprender por tan optimistas proyecciones de crecimiento por parte del Minfin y Banguat.