Escrito por: Hugo Maul Rivas
Guatemala, 16 de abril de 2019
Gasolina ha subido 13 veces en 2019 y aumentó entre Q4 y Q5 el galón” y bajó 12 veces durante el último trimestre de 2019. La parte entrecomillada corresponde a una noticia aparecida el pasado 13 de abril en la prensa nacional, el resto de la oración es lo que hizo falta decir a dicha nota para contextualizar adecuadamente el fenómeno en cuestión. Efectivamente, del 8 de octubre de 2018 al 7 de enero de 2019, según la Dirección General de Hidrocarburos del MEM, el precio de la gasolina regular bajó durante 12 semanas consecutivas, experimentando una reducción de más de Q7. Argumentar que el precio de las gasolinas aumentó entre 20 y 24 por ciento durante el primer trimestre del año no dice mucho si no se aclara que durante el trimestre anterior los mismos precios se redujeron 25 por ciento. Es más, si se amplía el período de análisis, el precio actual de la gasolina en el país está dentro del rango de variación observado durante los últimos tres años. Si se compara el aumento en el precio de las gasolinas contra el comportamiento del precio del petróleo, el West Texas Intermediate, por ejemplo, resulta que este último ha aumentado más de 40 por ciento durante el primer trimestre de 2019. Es decir, el aumento en los precios domésticos no refleja totalmente el aumento experimentado en los precios internacionales. Sin embargo, la mayor parte de pronósticos coincide que el precio de este producto cerrará el 2019 por debajo de los valores máximos alcanzados en 2018.
Más allá de las preocupaciones usuales del aumento en el precio de los combustibles, nada raro tiene que Guatemala, siendo un país importador de combustibles, experimente aumentos y disminuciones de precios en las gasolinas conforme se mueve el precio mundial. Por ejemplo, para contrastar el título de la nota periodística en cuestión, si su autor se hubiera tomado la molestia de comparar los precios en un período mucho más amplio, fácilmente hubiera descubierto que el mundo entero ha vivido un período de precios del petróleo inusitadamente bajos; por ejemplo, según la fuente nacional citada antes, desde enero de 2012 el precio promedio de la gasolina en el mercado local bajó en 45 de los 87 meses que han transcurrido desde entonces; la gasolina es hoy Q12 más barata por galón que hace siete años. De haberse tomado en cuenta este tipo de factores, el autor de la nota seguramente se hubiera visto obligado a matizar sus argumentos para no generar alarma innecesaria entre sus lectores. Como suele suceder cuando se trata de analizar en el muy corto plazo el caprichoso comportamiento del precio de las divisas, activos financieros y commodities, las explicaciones terminan siendo superficiales, idiosincráticas o autorreferenciales.