Escrito por: Hugo Maul Rivas
Guatemala, 28 de septiembre del 2021
Si bien es cierto que la región tiene una amplia lista de desafíos compartidos que merecerían acciones concertadas a nivel regional para ser superados, sin duda alguna la migración ilegal a lo largo y ancho del continente es uno de los problemas principales que aquejan a la región. El hecho de que los protagonistas de esta última crisis migratoria hayan sido haitianos revela la perspectiva hemisférica del problema; el periplo de estos migrantes inicia en una isla en el Caribe y sigue luego a lo largo de países como Colombia, Perú, Ecuador, Brasil y Chile, en el viaje de ida en busca de mejores oportunidades en el Cono Sur, y luego todo el resto de los países de la región en su camino de regreso en busca del Sueño Americano. Con mayor o menor intensidad, no importa hacia dónde se dirija la mirada, el fenómeno de la migración irregular se ha convertido en uno de los principales problemas para la región. Resulta irónico, sino trágico, que en la VI Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad Económica de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se reunió en México la semana pasada, no haya sido el fenómeno migratorio el foco principal de la misma. Mientras los integrantes de este foro cómodamente se reunían en Palacio Nacional, en la Ciudad de México, decenas de miles de haitianos se agolpaban debajo de un puente en la línea fronteriza esperando entrar a EUA. Al mismo tiempo, a lo largo de todas las rutas que llevan hacia esa línea fronteriza, decenas de miles de ciudadanos de otras nacionalidades recorrían penosamente el camino hacia el Sueño Americano.
Un trágico episodio que sacudió al mundo y que quienes llevaban los hilos del referido foro prefirieron no considerar explícitamente. En lugar de abrir los ojos ante esta desgarradora realidad, decidieron enfocarse en temas de “suma” importancia, como la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio. Además, claro está, de pregonar a los cuatro vientos la defensa de la autodeterminación de los pueblos, aunque algunos de los que ahí estaban sentados son el más vivo ejemplo de lo contrario; criticar el intervencionismo; y recalcar la necesidad de la cooperación para luchar contra la pobreza y la desigualdad. ¿Y el problema de la migración irregular? ¿No es acaso un problema regional? ¿O es acaso un problema de EUA? Desaprovechar tan importante foro para discutir acerca del tema de la migración irregular dice mucho de la verdadera importancia que se le presta a este tema en la región, o bien de la importancia que los Estados le dan al referido foro como mecanismos para solucionar los problemas reales de la región. Lo cierto del caso es que este tema rebasa lo que cada país puede hacer en lo individual y bueno sería tener un abordaje regional compartido.