Escrito por Verónica Spross
Guatemala, 16 de junio del 2022
Es urgente mejorar la inversión en infraestructura para ser más competitivos, pero también para mejorar la eficiencia y bienestar general de los guatemaltecos. Por ello, el CIEN hizo un estudio de seguimiento al presupuesto del gobierno, enfatizando cuánto y cómo se invierte en infraestructura. Si nos comparamos con países vecinos como El Salvador y Honduras, el estado de las carreteras en Guatemala es preocupante y de menor calidad al observar cómo están las carreteras y vías de comunicación en las naciones vecinas. No podremos mejorar nuestros puestos en el índice de competitividad sin una adecuada disponibilidad de puertos, aeropuertos, carreteras e infraestructura portuaria que funcione y permita la actividad económica y comercial.
Hay importantes cuellos de botella que deben resolverse como la gestión de los distintos ministerios, entidades y programas responsables de la ejecución de la obra pública de infraestructura. Tenemos malas experiencias de obras que se hicieron con bajos estándares de calidad, señalamientos de procesos viciados o poco transparentes, así también que se dieron problemas para cumplir con lo esperado, tal el caso del libramiento de Chimaltenango, o carreteras que se deterioran antes de lo esperado. Todo ello, aunado a que no contamos con un adecuado mantenimiento de las carreteras, se suma para tener como resultado deficiencias importantes en la infraestructura clave para el desarrollo. Otro tema clave que abordó el CIEN es el del presupuesto que se asigna a la inversión, ya que ese indicador es efectivamente el que indica que tan comprometidos estamos como país con la mejora y fortalecimiento de la infraestructura. Como dice el dicho: ¿Estamos poniendo el dinero donde se han puesto las palabras con buenas intenciones?
El estudio de CIEN, presentado por Lavarreda, indica que aunque Guatemala ha mostrado avances en acceso a servicios de infraestructura básica, cuando se compara con otros países de la región se cuenta con rezagos. Además, comentó que la calidad de los servicios en base al nivel de ingreso, es inferior a lo esperado. Preocupa que la reducción del gasto público total se logró por una reducción del gasto de inversión. En 2004-2007 el rubro de inversión en el presupuesto nacional representaba 31.4% del porcentaje de los egresos y para 2021 perdió 14.4 puntos y quedó en 17%. De ese gasto total de inversión, el gasto en inversión física es el que se sacrificó luego de la crisis financiera internacional, pues se redujo 1.27 % del PIB comparando 2008-2011 con el año 2021 y bajó, de representar 44.7% del gasto total en inversión pública a representar solamente un 23.3%. Interesante notar que se ejecuta el gasto en inversión por debajo del promedio de lo que se logra ejecutar en “egresos”, con un 73.4% ejecutado frente a lo presupuestado para 2021.
También, resalta que las prioridades en gasto de inversión son “Urbanización y servicios comunitarios” y “Asunto Económicos” y quienes gastan son, Obligaciones del Estado a cargo del Tesoro y el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, que concentran la mayor parte del monto ejecutado en gasto de inversión, con un 94.9% del total para el año 2021”.
Dentro de las recomendaciones el CIEN resaltó que debe fortalecerse las competencias de los involucrados en la inversión pública, fomentar un comportamiento contra cíclico del gasto en inversión, mejorar la eficiencia en este tipo de gasto y revertir el comportamiento a la baja del gasto en inversión y mejorar la coordinación interinstitucional respecto a la inversión pública. En conclusión: Necesitamos un enfoque claro para mejorar la inversión en infraestructura, que apoye las condiciones para ser más competitivos.