Escrito por: Verónica Spross
Guatemala, 15 de septiembre del 2022
A los 201 años de nuestra independencia deberíamos ser una república hecha y derecha. Sin embargo, aún estamos en una fase de fortalecimiento de las instituciones democráticas y republicanas. No podemos aún cantar victoria ni compararnos con países cuya organización es más sólida ante los vaivenes que se dan.
Aunque tenemos serias deficiencias en nuestros sistemas político, de justicia y de gestión, así como una extraña situación de polarización, es mejor que en estas fechas nos enfoquemos en lo positivo y bello de nuestra patria. Prestando algunas letras de Arjona: “Mi País, más que mi patria, mi raíz. Me enseñó a parir sentimientos…” , agrego que es el lugar donde podemos desarrollar nuestros sueños. Es un lugar mágico, lleno de recursos naturales, paisajes maravillosos y personas increíbles.
El guatemalteco es luchador, amable y resiliente. Frente a situaciones adversas, como tormentas, terremotos, inundaciones, siempre salimos adelante ayudándonos unos a otros, colaborando en lo que se puede, pero sobre todo siendo solidarios y brindando palabras de aliento a los afectados.
Ahora en la celebración número 201 de la Independencia recordemos que ésta representa la lucha por la libertad, sobre todo la libertad individual y el respeto a los derechos fundamentales. Es ese el valor cívico más importante a destacar a los niños y jóvenes en esta época. Más que llevar una antorcha es importante reflexionar por qué es importante vivir en un país donde se respeta la libertad de producir, comerciar y consumir sin coerción ni privilegios, así como el derecho a la vida, a la propiedad y a la religión que cada quien desee profesar.
Ahora que vemos países donde se vulneran las libertades más simples, como es el caso de Nicaragua o Venezuela, debemos dar gracias a Dios de vivir en un país donde se privilegia y defiende la libertad de las personas; hay muchas amenazas a la misma, eso sí. Por ello debemos estar vigilantes y defender siempre el Estado de Derecho como base de la sociedad.
Hay mucho que componer, reformar y mejorar en los servicios, infraestructura, sistemas. Así pues, además de recordar lo bello de Guate, sí tenemos que tomar acción para fortalecer la democracia y la república. Deberemos reformar la Ley Electoral y de partidos políticos, ámbito en el que la reforma para elegir a nuestros representantes al Congreso de forma individual sería un avance grande en cuanto a rendición de cuentas, también necesitamos reformar la ley de Servicio Civil, para lograr una verdadera meritocracia, como se da en países más exitosos.
Disfrutemos el Día de la independencia con un atol de elote, un tamalito o una tortilla con frijoles, pero sobre todo reflexionemos qué podemos aportar para ir fortaleciendo y mejorando esta república y llegar a que sea un país próspero donde todos podamos desarrollar nuestro potencial: niños, jóvenes y adultos con salud, educación y un empleo para cubrir sus necesidades y alcanzar sus aspiraciones.