Escrito por: Verónica Spross
Guatemala, 10 de diciembre del 2020
Como consecuencia de la crisis económica generada por el COVID-19 más de 300 mil guatemaltecos fueron cesados de su trabajo y se acogieron al beneficio de sustitución del salario. ¿Irán a regresar a su antiguo trabajo? La respuesta dependerá del sector económico del cual se trate. Los efectos de la pandemia, sumados a las consecuencias de los fenómenos climáticos que nos azotaron, que en esta ocasión se denominaron tormentas ‘Eta’ y ‘Iota’, hacen reflexionar sobre el futuro del trabajo.
Muchas personas ahora realizan su función desde casa, en modalidad de teletrabajo. Otros, deben salir a trabajar porque su ocupación se ejerce o realiza en una fábrica o sede de una compañía. De cualquier manera las formas de trabajo han evolucionado, por lo que se requiere una adaptación del marco legal e institucional de la normativa laboral para que sea acorde a las necesidades actuales tanto de las empresas como de los trabajadores en esta nueva normalidad.
Una de las acciones pendientes, que fue conversada en el foro desarrollado por CIEN y CIPE, es facultar la posibilidad de trabajo a tiempo parcial. Esta normativa ayudaría a que muchas personas pudiesen optar a un empleo de ciertas horas diarias o semanales, lo que resulta especialmente importante para las mujeres, los jóvenes y personas que desean aportar a alguna compañía o proyecto empresarial, sin dejar de atender a su familia o realizar alguna actividad propia.
El seguro social reporta que 110 mil personas dejaron de cotizar en 2020. Eso se explica porque las empresas se retrasaron con los aportes, una señal que enfrentan problemas de tipo financiero. ¿Irán a sobrevivir esas empresas? Es una gran pregunta que solamente sabremos en unos meses.
En el foro se expusieron tres recomendaciones de corto plazo para que las empresas puedan adaptarse a la nueva situación. En primer lugar estaría la revisión de las condiciones de trabajo para los trabajadores que ahora se encuentran a distancia. En segundo lugar, para quienes deben acudir al lugar físico de la empresa, es clave mantener protocolos de sanitización y medidas de distanciamiento para la seguridad de los colaboradores, lo cual va de la mano de campañas de responsabilidad para toda la población para continuar medidas preventivas. También se recomendó proveer kits básicos para los colaboradores que puedan presentar síntomas de COVID-19.
En cuanto a los trabajadores, se les sugiere atender las recomendaciones y normas, como el uso de la mascarilla y aplicación de alcohol en gel, a la par del distanciamiento social. Y, además, preocuparse por adquirir nuevas competencias, especialmente para adaptarse a un sistema de comunicación distinto; así como el uso de herramientas digitales que son útiles para la vida diaria como realizar pagos por vía electrónica, el uso de programas como Excel o perfeccionar el inglés. El desarrollo de habilidades de emprendimiento es deseable en estos momentos. Así pues, el trabajo actualmente demanda personas más creativas, más productivas, más tecnológicas, pero sobre todo con capacidad de adaptarse a nuevos esquemas. El sistema educativo y el Intecap deberán incorporar el desarrollo de estas destrezas en sus programas formativos.