03/02/2018

Desafíos en la Seguridad, un Balance para el 2018

“El Estado debe desarrollar una capacidad de gestión del entorno para constituir espacios seguros, donde la gente ocupe de nuevo los espacios públicos.”

 

03 de febrero del 2018

 

Escrito por: Francisco Jiménez

La seguridad es un conjunto de condiciones, no es un hecho en sí mismo, una serie de variables que generan un contexto donde se reducen los riesgos y amenazas a las personas y sus bienes, tanto en las expresiones individuales como grupales.

El Estado acciona en tres ámbitos:

1. La prevención y anticipación; en un primer plano vinculada a una agenda de desarrollo, en un segundo a sectores de la población vulnerables a ser probables víctimas o victimarios y los procesos de rehabilitación. La anticipación, que es la capacidad del Estado de desarrollar inteligencia criminal y policial, con el propósito de generar insumos de contención del fenómeno criminal.

2. La respuesta o reacción; tareas de seguridad ciudadana vinculadas al resguardo de las personas y sus bienes y la capacidad para intervenir en situaciones de riesgo que neutralicen las amenazas.

3. La persecución penal; tarea compartida entre el trabajo policial como auxiliar del MP y este como responsable de la investigación criminal.

¿Cuál es el desafío?

1. La ausencia de una agenda de desarrollo con objetivos estratégicos claros y compartidos mantiene el continuum del desempleo y la pobreza. Cualquier mejora en condiciones sociales se estanca, deteriorando la calidad de vida de las personas y las comunidades. No será posible implementar una Política Nacional de Prevención de la Violencia y el Delito si eso no cambia. Sumemos a esto la dificultad en la coordinación institucional y la construcción de una cultura de prevención. Además, aún existe confusión entre prevención de la violencia, referida a la vida comunitaria y la prevención del delito vinculada a la seguridad ciudadana, lo que no permite criterios diferenciados en acciones de prevención.

2. La prevención del delito está vinculada a la prevención situacional, entendida como el diseño de modelos de gestión del entorno individual y comunitario que reduzcan los niveles de riesgo para las personas y limiten las condiciones favorables a conductas criminales. El punto crítico de la seguridad en Guatemala está en esto, ya que las personas perciben que su entorno es donde más impacta la delincuencia; ya no controlan ese espacio porque está invadido por la criminalidad. El Estado debe constituir espacios seguros, donde la gente ocupe de nuevo los espacios públicos. El trabajo policial de acercamiento posibilitará que la confianza del ciudadano a la policía mejore.

3. Para ello se necesita de una comprensión del fenómeno criminal y la identificación en el territorio de las áreas de mayor impacto delictivo. Esto se logra fortaleciendo la inteligencia policial en el plano operativo y estratégico, lo que implica la necesidad de análisis criminal permanente.
4. Este punto nos lleva en el plano de la repuesta, a la continuidad de las medidas institucionales de la PNC en la identificación y desmantelamiento de diferentes estructuras criminales.
5. Éxitos estos, que reafirman la persecución penal por el trabajo interinstitucional PNC/MP, aplicando un modelo de investigación de litigio estratégico, que aborda los delitos desde una perspectiva de estructura criminal.

“..se necesita de una comprensión del fenómeno criminal y la identificación en el territorio de las áreas de mayor impacto delictivo.”

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