05/12/2019

¿Cuánto aprenden los jóvenes? a la luz de los resultados de la prueba PISA

Escrito por Verónica Spross

Guatemala, 5 de diciembre del 2019

Una realidad que observamos continuamente es que lo que no se mide no se mejora. Y, el sistema educativo no escapa a esta realidad. Ahora bien, ¿Cómo debemos evaluar a un sistema escolar o a una escuela? Debemos regresar a su misión, que está vinculada a la formación integral de personas preparadas para la vida, con competencias ciudadanas y valores que les permitan ser exitosas, logrando inserción laboral y a la vez personas felices y realizadas.

La pregunta clave es: ¿Se logra el objetivo? ¿Cómo sabemos si se alcanza el propósito de formación para la vida? Es muy difícil saberlo si no tuviésemos instrumentos de evaluación como las evaluaciones nacionales o las pruebas internacionales como PISA, que es un examen mundial de las habilidades de los estudiantes de 15 años, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

PISA mide la habilidad para resolver problemas de la vida diaria que demuestran los estudiantes de centros educativos públicos y privados en 79 sistemas educativos, que incluye países y economías. La evaluación, realizada en 2018 y presentada esta semana, se enfocó en tres áreas: matemática, lectura y ciencias. Se incluyó la medición de habilidades lectoras digitales, además de las tradicionales, ya que la tecnología ha transformado la forma de leer, de intercambiar información y ha generado nuevas formas de escribir.

Los países asiáticos dominaron los primeros puestos en los resultados de lectura en el estudio. Sobresalieron los estudiantes de las provincias de China –Beijing, Shanghái, Jiangsu y Zhejiang–, así como de Macao y Hong Kong, al igual que los de Singapur, que alcanzaron puntajes significativamente más altos que los de otros países. Les siguen cuatro países europeos siendo Estonia, Canadá, Finlandia e Irlanda.

A los países de Latinoamérica en cambio no les fue muy bien, hay resultados desalentadores que deben llevar a una reflexión profunda sobre las políticas educativas y en especial la formación y políticas docentes, así como a repensar las escuelas y la gobernanza de los sistemas educativos, para dar paso a mayor descentralización y autonomía escolar, participación de los padres de familia, recursos y fortalecimiento del liderazgo de los directores.

Guatemala no participó en esta prueba PISA, pero sí fue parte de la denominada PISA para el desarrollo, presentada a finales del 2018, que es comparable con el estudio PISA en general. Nuestros resultados reflejaron las deficiencias en lectura, matemática y ciencias, con resultados similares a los de las pruebas nacionales de los graduandos. Los recientes resultados que presentó DIGEDUCA sobre la evaluación universal a los 157 mil 318 alumnos que este año concluyeron su educación secundaria, señalan que cuatro de cada diez jóvenes tiene el nivel esperado en lectura y uno de cada diez lo tiene en matemática.

Los resultados de estudios como PISA o el análisis desde las evaluaciones nacionales permiten identificar las brechas y desafíos en cuanto a pensamiento crítico, habilidades lógicas para la resolución de problemas de la vida real y brindan mucha información de los factores asociados al aprendizaje. Lo importante es que los resultados de las evaluaciones, como señala la Red latinoamericana por la educación, REDUCA, se utilicen para mejorar la educación con base en la evidencia y contribuyan a lograr trayectorias escolares completas, tomando decisiones importantes en el ámbito de las políticas educativas y estrategias. El desarrollo de competencias y destrezas por parte de los estudiantes no puede esperar más, es urgente acortar tiempos y acelerar el ritmo de mejora en el aprendizaje para dar el “salto de rana” y alcanzar el nivel de otros países.

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