Guatemala, 11 de diciembre de 2018. El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales – CIEN presentó el día de hoy perspectivas económicas en Guatemala para el año 2019. Por parte del centro de investigación, Hugo Maul R. y David Casasola, director del área económica e investigador respectivamente, hicieron énfasis en el ambiente de incertidumbre que se observa a nivel mundial sobre el tema económico y cómo diversos factores influyen positivamente o en detrimento del crecimiento de la economía nacional.
“El que no estemos siendo capaces de generar estrategias para crecer de manera sostenida en el largo plazo nos pasará la factura” opinó Hugo Maul R. y resaltó que frente a países vecinos “no estamos siendo exitosos en atraer inversión extranjera directa en sectores que modifiquen la estructura productiva de la economía y que generen el empleo de los próximos 20 años”. Asimismo, indicó que la economía sigue siendo un factor de suma importancia para los guatemaltecos como resalta la encuesta de Latinobarómetro 2018, en donde a nivel individual el principal problema es de carácter económico (35%) frente a un segundo lugar que es la inseguridad (19%). Sin embargo, el experto añadió que la preocupación por la economía no se ve reflejada en la contienda electoral, donde todavía no se visualiza alguna propuesta concreta que tenga como prioridad ubicar al país en un ritmo de crecimiento económico que propicie la generación de empleo formal que le permita a la población económicamente activa generar los ingresos necesarios para mejorar las condiciones de vida de sus hogares.
David Casasola compartió que las remesas y el bajo precio del petróleo son dos factores externos que permiten un respiro a la economía guatemalteca. “A pesar de la desaceleración económica por la que atraviesa nuestro país y de la atención que consumen los temas de coyuntura política, hay válvulas de escape internacionales que han venido trabajando a nuestro favor” explicó Casasola y añadió que “así como estos factores externos han minimizado el impacto negativo de la ausencia de intervenciones agresivas y sostenidas para dinamizar le economía, los mismos están fuera de nuestras manos y en cualquier momento pueden voltearse en nuestra contra.”
En conclusión, para el año 2019 en cuanto a perspectivas económicas, puede esperarse un crecimiento económico similar al del año 2018 y en el mejor de los casos levemente superior. Un desempeño que se explica a nivel interno, en parte, gracias al bono demográfico y elevada propensión al consumo de la población, aunado a la configuración del presupuesto del Estado para 2019 y al impacto económico generado por las elecciones generales. Un desempeño que sigue condicionado a que las condiciones internacionales sobre las que como país no tenemos poder de decisión- sigan soplando a nuestro favor.
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