Escrito por: Verónica Spross
Guatemala, 27 de mayo del 2021
Los barcos grandes y especialmente los cruceros tienen un capitán de primer nivel. El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS, asemeja a un barco crucero transatlántico, que brinda muchos servicios, atiende a muchas personas y cuenta con una numerosa tripulación. Cuando un pasajero se sube a un crucero da por hecho que la compañía naviera habrá realizado una selección por mérito y habrá contratado al mejor capitán disponible para esa embarcación. Con esa confianza se embarca tranquilo.
En el IGSS, no siempre ha sucedido eso. Aunque ha habido administraciones proactivas que han introducido cambios y tecnología, el modelo del instituto tiene ya 75 años y denota deficiencias. Es momento de revisar el modelo con seriedad. Un esquema de organización de servicios y prestaciones pensado para una economía industrial no es adecuado cuando estamos entrando a la tercera década del siglo XXI. Los datos de cobertura y los indicadores de servicio señalan que algo no está funcionando; solamente uno de cada cinco trabajadores de la fuerza laboral está inscrito en la seguridad social y toma dos años realizar el proceso para acceder a una jubilación.
El CIEN, en la propuesta “Estrategia de desarrollo” y otros documentos, ha planteado la necesidad de una reforma al sistema de seguridad social. Por un lado, es importante separar la prestación de los servicios de salud de los de ahorro previsional. Son dos servicios de naturaleza muy distinta. El primero requiere enfermeras, médicos, hospitales, centros de salud. El segundo implica contar con expertos en inversiones y cálculos actuariales. El IGSS podría convertirse en una institución reguladora de los servicios únicamente, donde las entidades especialistas en salud y administración financiera brindan el servicio a los asegurados. Para quienes no cuentan con recursos para contratar el seguro por medio de sus propios aportes, por su nivel de extrema pobreza, el Estado aportaría los recursos para contratar dicho seguro.
Así la cobertura de los seguros sería universal, para toda la población, pero la prestación de los servicios la realizarían instituciones y cadenas especializadas en servicios de salud, principalmente ofreciendo servicios preventivos, pero también atención curativa. En el caso del ahorro previsional, se cuenta con entidades financieras capaces de realizar inversiones rentables con la suficiente seguridad, a la vez que cuentan con incentivos para ser eficientes y atender bien a los afiliados.
Para lograr una planificación estratégica se necesita una cabeza o capitán preparado para la titánica tarea. Debe trabajarse en un plan estratégico que plantee un modelo innovador, para lograr mayor cobertura y servicios de calidad para los guatemaltecos. No tendremos resultados distintos si hacemos lo mismo. El futuro presidente del IGSS, que el Presidente estará nombrando, debería cumplir con un perfil congruente con la visión. Debe ser un gerente de primer nivel, graduado de una Escuela de Negocios prestigiosa, preparado en planes estratégicos, gestión por resultados, administración de recursos financieros, físicos y humanos, y haya desarrollado un liderazgo para el cambio. Asimismo, que comprenda la importancia de alinear los planes a la agenda del país para generar empleo como prioridad número uno. Es deseable evitar la politización del IGSS y apuntar a la meritocracia, por el bien de millones de trabajadores que esperan servicios de calidad.