Los observadores nacionales e internacionales han indicado que el proceso electoral que recién se ha llevado a cabo en nuestro país, refleja un alto nivel de transparencia y participación cívica que fortalece la democracia. El éxito en el proceso eleccionario radica en buena medida en la amplia participación ciudadana, ya que se contó con cerca de 80 mil personas voluntarias que colaboraron principalmente en las mesas de votación, en la coordinación de los centros de votación, así como en las juntas electorales departamentales y municipales. Es este sistema el que garantiza que los resultados reflejen la
voluntad de los votantes.
Según informaron los miembros de la Junta Electoral del Distrito Central, los resultados de cada mesa de votación se digitalizan y se envían al centro de cómputo del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Además, los resultados de las mesas se escanean y se envían. Hay un sistema de control de calidad, en el cual los datos de las actas de las mesas se cotejan con los datos digitalizados. Si hay alguna suma errónea o dato que no concuerda, el acta es redigitalizada.
Y, después de la elección, aún hay cinco días para convocar a una audiencia de revisión, en la cual los fiscales de los partidos políticos pueden señalar discrepancias. Es un espacio que tienen para presentar impugnaciones, conforme a las actas que llenaron los fiscales de los partidos políticos. Luego, un grupo de abogados voluntarios que colaboran con el TSE para decidir qué sucede con la impugnación, si esta procede o no. Cuando los datos ya fueron verificados, el TSE procede a oficializarlos.
Según el TSE, en los atrasos puede incidir la distancia, situaciones de dificultad logística o que haya sido un lugar que presentó problemas o conflictos. Usualmente, en las elecciones queda un pequeño porcentaje de los resultados de las mesas que sufre retraso en el ingreso al sistema. Anteriormente no había sido un problema, sino que en esta ocasión se volvió relevante, debido a que estaba pendiente la definición del segundo finalista para continuar en la contienda electoral. La definición del partido UNE, como el que continuará en la segunda vuelta a finales de octubre, se dio hasta que se había computado la mayoría de mesas en todos los departamentos, y su ventaja sobre Líder aumentó hasta llegar a ser declarado oficialmente como el segundo finalista. Así pues, está definido que serán Jimmy Morales y Sandra Torres los dos contendientes por la Presidencia de la República; el ganadorgobernará en el período 2016-2020.
A pesar de las preocupaciones con las elecciones, logramos dar un paso más con éxito en el camino de la democracia y del fortalecimiento institucional. Antes de ello, se dio posesión a un presidente cuya reputación es de profesional honorable. Actualmente, procede aún definir quién será la persona que le acompañe como vicepresidente. El Congreso de la República aún tiene por delante la tarea de seleccionar a uno de los profesionales que integran la terna enviada por el presidente Maldonado Aguirre para su consideración, que incluye a Alfonso Fuentes Soria, Gabriel Medrano y Raquel Zelaya.
El jueves de la semana anterior se esperaba la resolución del Congreso, pero no se realizó porque no hubo quórum. El Congreso debe dar prioridad a esta decisión, sin buscar obtener algo a cambio. Se ha indicado que un motivo para la dilación podría ser que los diputados quieren negociar con el presupuesto para el año entrante.
El Congreso debe ubicarse y alinearse a las prioridades del país. La agenda ciudadana da importancia al fortalecimiento institucional, a garantizar la gobernabilidad, apuntalando al Organismo Ejecutivo para concluir de la mejor manera el cuatrimestre que resta hasta que asuma el nuevo gobierno.