07/07/2022

Infraestructura vial 3.0

Guatemala, 07 de julio del 2022

Escrito por Verónica Spross

El problema ocasionado por el socavamiento en Villa Nueva pone en relieve las dificultades que
enfrentamos en la infraestructura vial del país. Es una barrera muy grande que repercute en los
índices de competitividad y productividad, así como incide negativamente en la atracción de
inversión privada. Nuestros vecinos como Honduras y El Salvador cuentan con mejores carreteras
que nosotros, lo cual es un punto de comparación de nuestro punto de partida o línea base.
Es necesario formular políticas y estrategias adecuadas para lograr que la infraestructura sea
apropiada para competir en el comercio internacional, en el turismo y otros servicios, que
requieren ésta sea adecuada. Las carreteras en buenas condiciones y con capacidad para el
transporte de mercancías y personas son clave en materia de competitividad. Según información
de 2017, la red de carreteras y autopistas en Guatemala hasta ese año era de 17 mil 621
kilómetros. Esta cifra, al dividirla entre los 16.86 millones de habitantes, indica un promedio de
1.05 metros de infraestructura vial por cada mil habitantes. Este indicador nos ubica en el puesto
200 a nivel mundial, por debajo de países como Panamá o Cosa Rica, que cuentan con 4 y 8 metros
de carretera por cada mil personas.
El Foro Económico Mundial, en su reporte 2018-2019, posicionó a Guatemala en el puesto 106 de
137 países en cuanto a la calidad de las carreteras. Nuestro reto es llegar a 3.1 metros por mil
habitante, equivalentes a 47 mil 500 kilómetros nuevos de carreteras y autopistas, además de dar
mantenimiento, rehabilitación, reconstrucción y bacheo al 83 por ciento de la red vial existente.
¿Cómo lograrlo? Es una interrogante muy grande, a la cual debemos dar una pronta respuesta,
para poder avanzar en la ruta del desarrollo con paso firme. De lo contrario, si el tema se deja de
lado o se pospone, estaremos posicionándonos cada vez más rezagados en materia de
competitividad. Casi en cualquier carretera que transitemos hay debilidades y problemas que no
pueden obviarse.
Entre las acciones requeridas está el contar con un Plan de desarrollo vial que funja como hoja de
ruta. Resulta fundamental la eficiencia en el mantenimiento de 18,510 kilómetros de carretera
que el Ministerio de Comunicaciones tiene asignados con la mitad del presupuesto que se le
asigna. Otra parte de los recursos públicos del presupuesto se ejecutan por medio de los fondos
que ejecutan los Consejos departamentales de desarrollo, CODEDES, con asignaciones cercanas a
100 millones de quetzales (según el informe del Observatorio del Gasto/CACIF).
A partir de 2018 se han dado aumentos de casi mil millones anuales para el rubro carreteras, hasta
2021. En 2022 se refleja un mayor presupuesto para el rubro, en comparación con el año anterior,
en que era 2 mil millones de quetzales menos que el de este año. Es decir, que hay incrementos al
presupuesto, pero el punto clave es que los fondos sean invertidos con efectividad, transparencia
y buscando el máximo rendimiento de éstos con la debida calidad. Es clave mejorar la gestión en
general de las instituciones vinculadas al plan de desarrollo vial, incluyendo el fortalecimiento del
recurso humano responsable, pero principalmente establecer procesos ágiles, competitivos y
transparentes en los procesos de licitación, que motiven la participación abierta sin favoritismos y

se faculte la posibilidad de las alianzas público-privadas, que en otros países como Honduras, han
logrado carreteras en mejores condiciones, durables y que promueven el desarrollo con eficacia.

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